Internacional
La gestión enfrenta desafíos en migración, soberanía del Canal y reclamos sociales; EE.UU. presiona por el control del Darién.
El 1 de julio de 2025, José Raúl Mulino completa su primer año como presidente de Panamá, período caracterizado por movilizaciones sindicales masivas y un significativo distanciamiento institucional. Manifestantes han protestado en rechazo a reformas laborales y de pensiones, así como contra la reapertura de la mina de cobre de First Quantum, que culminó en bloqueos y choques con fuerzas del orden.
En política exterior, tras recibir presión de Estados Unidos por el control del Canal, Mulino enfatizó la soberanía panameña con la consigna “el canal es y será de los panameños”. Además, fortaleció los vínculos con Washington al implementar un acuerdo que redujo el flujo migratorio por el Darién en un 99,7 %.
El plan para reactivar la mina de cobre ha sido motivo de tensiones: tras inicialmente cerrar las operaciones en 2023, el gobierno negocia con la empresa canadiense un posible retorno mediante una "asociación real", a cambio de suspender arbitrajes millonarios que afectaban al Estado. Además, promulgó una reforma a la Seguridad Social que desencadenó paros de docentes y burguesía agrícola, especialmente en Bocas del Toro, lo que llevó al uso de un estado de emergencia.
Finalmente, la crisis fiscal también marcó su mandato: con una deuda pública cercana a los 50 mil millones de dólares, Mulino inició una política de austeridad y reformas estatales integrales mientras prometía “limpiar” el despilfarro financiero. Entre los retos inmediatos están culminar el cierre o reactivación de la mina de cobre, asegurar agua para el canal y mantener la apertura del mercado laboral frente a presiones sociales y económicas.
Fuente: France24
Tras un año en el poder en Panamá, Mulino promete no "ceder ni un milímetro de soberanía" ante EE. UU. https://t.co/KYXfP4dNyH pic.twitter.com/UbQVuV1osN
— FRANCE 24 Español (@France24_es) July 2, 2025