Internacional | Seguridad
Irak y Siria, dos países en guerra, seguidos por México,
son los países donde más periodistas fueron asesinados en las últimas dos
décadas, según un informe publicado este viernes (30.12.2022) por Reporteros
Sin Fronteras (RSF). Un total de 1.668 periodistas perdieron la vida "en
el ejercicio de su profesión" entre 2003 y 2022, unos 80 de media cada
año, de acuerdo con el balance de la oenegé con sede en París.
"Irak y Siria son los dos países con mayor número de
víctimas, ya que la suma de ambos arroja un total de 578 asesinatos en 20 años,
es decir, más de un tercio de todos los periodistas muertos", precisa. Le
siguen México, con 125 reporteros asesinados, Filipinas (107) y Afganistán
(81). Brasil (42), Colombia (31) y Honduras (26) también están entre los 15
países con un mayor número de homicidios de este tipo. Ocupan la novena,
undécima y decimotercera posición, respectivamente. Esa quincena de países
concentran el 80 % de los periodistas asesinados en los últimos 20 años.
América, el contienente "más peligroso para los
medios"
"Con el 47,4% de periodistas muertos de forma violenta
en 2022 [casi la mitad de un total de 58], el continente americano es hoy,
indiscutiblemente, el más peligroso para los medios, lo que confirma la
importancia de la aplicación de políticas de protección específicas",
sostiene RSF. "En las dos últimas décadas ha habido más periodistas
asesinados en 'zonas en paz' que en 'zonas en guerra', debido especialmente a
sus investigaciones sobre la corrupción y el crimen organizado", lamenta
la ONG.
Hasta 13 periodistas, según datos gubernamentales, fueron
asesinados este año en México, donde hubo casos sonados como el de Fredid
Román, ultimado a balazos tras haber escrito sobre la desaparición de 43
estudiantes en Ayotzinapa en 2014. "Tras las cifras, se esconden los
rostros, la personalidad, el talento y el compromiso de aquellas y aquellos que
han pagado con su vida la búsqueda de información, la persecución de la verdad
y su pasión por el periodismo", afirmó Christophe Deloire, secretario general
de RSF, en declaraciones recogidas en el informe.
Fuente: DW