Internacional
Bruselas mantiene presión hasta enero de 2026 mientras exige el cumplimiento de los acuerdos de Minsk.
El pasado jueves 26 de junio, los líderes de la Unión Europea acordaron extender por otros seis meses las sanciones económicas impuestas a Rusia desde 2014, en respuesta a su agresión reiterada en Ucrania. La medida incluye restricciones sobre comercio, finanzas, energía, tecnología y bienes de doble uso, con impacto directo en sectores clave del aparato ruso.
La decisión fue aprobada de forma unánime tras superar objeciones de Hungría, que inicialmente bloqueó la renovación al exigir alivios parciales. Finalmente, se llegó a un consenso que preserva la robustez del paquete sancionador. La prórroga se extenderá hasta el 31 de enero de 2026, lo que la convierte en una de las más prolongadas desde el inicio del régimen sancionador.
Las sanciones mantienen vetos importantes: acceso restringido al mercado de capitales, exclusión de bancos rusos del sistema SWIFT, limitaciones a exportaciones de gas, petróleo crudo y productos de doble uso, así como prohibiciones a medios de comunicación estatales vinculados al Kremlin. Además, se reforzó la congelación de activos del Banco Central ruso, cuyo fin está condicionado a la aplicación completa de los acuerdos de Minsk.
El bloque europeo advirtió que mantendrá la presión sobre Moscú y no descartó aplicar sanciones adicionales si Rusia continúa escalando en Ucrania. Bruselas afirmó que la devolución de activos congelados y el fin de las restricciones dependerán únicamente del progreso tangible hacia la paz.
Fuente: DNews