Cuando arrancó la temporada 2022 de las Grandes Ligas, los 97 dominicanos que comenzaronen roster de 26 hombres y los lesionados con contratos garantizados podían ganar US$406,375,123 en salarios. Al finalizar el curso el total de criollos que jugó fue de 178 y subieron el cobro a US$459,002,490.
La semana pasada, al iniciarse el curso 2023, hubo 92 duartianos en las plantillas del primer día y otros cuatro lastimado, pero con sus ingresos asegurados. Ese grupo podía ganar hasta US$426,899,329 antes de impuestos de haberse mantenido intacto.
Pero de ese dinero solo garantizado está el de 52 jugadores (más Robinson Canó), entre veteranos que firmaron en la agencia libre, que negociaron su situación en arbitraje o que pactaron extensiones. Son US$364,844,429, que representa el 85.4% de la bolsa.
Los otros US$62,042,500 es un pool que pueden ganarse los 45 quisqueyanos cuya situación contractual entra en la categoría split o two-way, que depende de los días que figuren en el roster de 26 o en lista de lesionados mientras eran parte del plantel grande.
El grupo vulnerable
Jhony Brito, un derecho puertoplateño que quedó en el primer equipo de los Yanquis, ilustra bien cómo esos jugadores sin pacto garantizado enfrentan un entorno inestable.
Brito estuvo en la nómina del equipo entre el jueves, el domingo debutó con cinco episodios en blanco ante los Gigantes y el lunes fue enviado a AAA. El jueves tenía la posibilidad de, si permanecía el año completo con los Mulos, ganar US$720,000 como salario mínimo. Pero por esos cuatro días cobrará US$16,744 a razón de US$4,186 por día.
También en los Yanquis quedó en el equipo con un split contract Franchy Cordero. Si el jardinero permanece en el primer equipo la zafra completa puede ganar hasta US$1 millón o el equivalente de los días que pase en el conjunto. Si es enviado a las ligas menores entonces su salario de referencia será de US$180,000.
Fuente: diario libre